14/10/08

Mil Besos, Ruven Afanador

Mil besos, mil besos que desde aquí te doy despacito, con devoción, admiración y absoluta entrega Ruven. Mil besos por hacerme rozar el infinito con tus fotografías callejeras y digerir placer a espuertas. Mil gracias con los sentidos desbocaos y con los 21 gramos de mi alma.

Como no podía ser de otro modo en este año mariano, el día de las Mercedes cuando ya todas ellas se retiraron a sus camas, besadas y celebradas, caminaba buscando un taxi cuando pensé en dar un paseo en bici, no quería dejar de celebrar y conciente de la hora y mis obligaciones al día siguiente, iba discutiéndome si era apropiado o no, cuando apareció a mi lado la puta que llevo dentro y su frágil voluntad anulo la mía que, aunque enclenque, aún me sobrevive. Nos echamos un cigarro y nos fuimos del brazo perfumado de septiembre, me deje llevar por mi necesidad de perderme, por no querer terminar la noche, necesitaba disfrutar la madrugada de mi ciudad entre semana, sóla, desierta, abandonada y silenciosa. Es cuando soy capaz de verla de par en par, cuando más nos disfrutamos, nos escupimos ese amor odio que nos tenemos, la cabrona lo sabe y de manera lujuriosa me muestra sus senos de gran señora, ambos nos ponemos cachondos y yo me vuelvo obsceno, sensual y canalla, es cuando veo todas sus posibilidades mutiladas, ella lo intuye al mirarnos y es entonces cuando nos besamos en la boca hasta derretirnos teniendo sólo a Venus por testigo. Pero esa noche fue distinta, esa noche le fui infiel.


Me encontré con Mil Besos en la calle en forma de exposición con alma y cuerpo de mujer. Instantes que han cobrado vida junto a mí, cada una de ellas me contó bajito y sólo a mí una historia de vida, de expresión, de dramatismo, de comicidad, de muslos abiertos, pelo suelto y carne desnuda. Manos, ojos, cejas, labios, sufrimiento y felicidad, bocas y muchas más manos llenas de bocas con labios pintados de un color tan intenso que aún me duelen los ojos de tanto mirar.

Desde esa primera vez han sido muchas las visitas, sé que ellas me esperaban, cómplices y sin dudarlo cada noche han salido de sus carteles a recibirme y se han subido conmigo a la bici, a veces nos hemos sentado a compartir sentimientos, alguna mentira y varios secretos, risas muchas y más. Hemos meado el escaparate de fnac, hemos levitado juntos, hemos robado escobas a Lipasam por la necesidad de robar. Cantándome a veces bajito soleares que parecían saetas con acento colombino, otras a dúo hemos disfrutando a granel del arte por vicio, y siempre abrazados, derrochando caricias y sin importarnos el tiempo, sin darnos cuenta hemos consumido nuestros mil besos.


Mañana se las llevan y no sé que será de ellas, no sé que serán de mis noches a partir de ahora cuando pase por la avenida de la constitución y no las encuentre esperándome. Quiero que se queden para siempre, o al menos necesito saber donde se las van a llevar.

Mil besos y mil gracias otra vez Ruven por dilatarme las pupilas, manosear mi nervio óptico y estremecer mi sistema central.



Ver casi todas Ellas:
http://www.facebook.com/album.php?aid=2004712&l=3d0ff&id=1474008933

3 comentarios:

Unos zarcillos pa mi luna : dijo...

mil besos pal Ruven, y mil gracias a tí por sacarlas de sevilla y permitir que las disfrutemos.

Te queremos, susan.
R.

Anónimo dijo...

Hoy a 22 de octubre todavía no se la han llevado....
Nadie en esta ciudad sabe por qué. Yo sí, y ellas también. Esta mañana me lo dijeron. Y no han querido irse por querer conocer, por cómplices, por querer celebrar juntas lo sabido, prometido y cumplido. Por seguir encandilando con sus rostros y sus cuerpos, porque sólo ellas saben y me debían una.

Mil besos, mil gracias y muero con vuestra honra.

Os quiero sin estar loco.

Susan

Anónimo dijo...

(Qué bien me ha sentado leerte. Te copio y te beso en el mio para no olvidarte)

Mi perrilo callejero, eres todo un lujo, me encanta como escribes, como sientes, como sonries y ver esa mirada indefensa de esperas y esperanzas e ilusiones y desilusiones, pero de futuro, confiando siempre que lo mejor está por venir, y así será... seguro. palabra de Lola.