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-Siempre en reparación.-Niño, ¿no te cansas?.
-Pues sí wapo mío, agotadito ando, pero ¿qué puedo hacer conmigo?
-... ¡...! ...
-Que no, que no pongas esa cara, que los chapistas que me he agenciado hasta ahora han sido los mejores. De los mecánicos ni te cuento, ¡servicio oficial¡, no te digo más. A pocos he dejado yo hurgar en mi engranaje interior. Pero los que lo han hecho quedaron encandiladitos con lo que vieron. ¡Y menos mal¡. Si por eso mismo ando como ando, si el problema no es antiguo, es que aparecen averías nuevas para las que uno no está capacitado para diagnosticarlas.
-y ¿qué vas a hacer?
-Pues mira, ya lo tengo pensao y por escrito. Yo creo que esto es más de pintura y una poquita de ITV, de esas de vamonos que nos vamos, bujías, filtros y poco más. Eso sí, el aceite de marca y por supuesto dejar de echar gasolina en el Carrefour.
-Tanto Nueva York tanto Nueva York. Ar coño Nueva York. ¡Veladores¡ Más velador es lo que te falta a ti. Y yo, no digo ná
- Tunearme niño, un mijita de tuning es lo que vengo demandando. Cambio la fachá y está to arreglao. Tres abolladuras, un par de soldaduras derrochando estaño, poliéster y todo muy lijaito, paso a paso.
-Tú sabras
-¡Po claro que lo sé¡. Después de 43 años conduciendo y con 2 puntos en el carné, no voy a saber yo. Noniná, 3 negaciones pa decir un sí.
-Venga bonito mío... Te me cuidas y deja que las cosas te sucedan. Me besas a la consorte y que la felicidad nunca nos deje solos.
-¡Viva Huerva¡
-Eso, ¡Qué Viva¡
