Episodio VI

VI - No sé en que momento Rosana me hace sentir autentico por ser ella la más autentica y conseguir contagiarme. Y vuelvo a mi calle feria a tomar el sol, a jartarme de hablar conmigo días y noches enteras, a tomar el fresco, a pasear en bici, a cantar en el parque de madrugada, a pensar en morir, en vivir, en perder, en ganar, ... ¿Cuanto cabe en 21 gramos? .... Me pregunto, a veces me encuentro, me distraigo, aterrizo y vuelvo a despegar....Me gusta estar patas arriba y tengo mucho amor para regalar. Harto de ser yo, siempre he tenido que ser yo. Estas vacaciones he fregoteado muy bien todas mis lápidas, sólo con la intención de mantener y afianzar mis pretensiones. Estropajo de esparto y mucho amoníco me ha hecho falta, no creas... pero que agusto me he quedao.... Ya sólo pa los muertos llevo flores. Sin saber como termino emborrachando a Consejeras en escondites de Peris Mencheta que no se cansa de decirme lo guapo que soy, y ella no tiene ni idea lo bien que me sienta.... y organiza fiestukis de bañera en su nuevo piso de alquiler que yo propongo y ella dispone.... Pero es que estoy tan bien conmigo que no quiero ni folllar.

Encontrada la felicidad exactamente junto a mi, sin necesidad de elevarme, descubro que soy el tio más feliz el día que todos los cajeros de esta ciudad me escupen a mi paso, cuando sólo he tenido 4 euros para sobrevivir dos días... he compartido mi vida con una pareja sin techo en la Pila del Pato, cigarrito y botellin. Como amigo del alma por unas horas un chapero rumano del Duque.

Descubro una cuenta corriente olvidada donde tenia 4 euros con 92 céntimos... Como un señor esperé mi cola y pedí el reitegro. ¿Cómo? Me dijo la cajera... Señorita: (con volúmen radiofónico) Me ha oído Usted perfectamente, le respondí con el tono altanero y la valentía que me daba el saberme poseedor de tan inmenso capital... y sentado en un banco de mi Alameda pensé como administrar: Emborracharme¡¡ bajo este sol y cielo azul intenso maravilloso de noviembre y sin necesidad de pensar más allá que en ese preciso momento, sin nada que hacer, sin ninguna obligación. Fue la primera vez en mi vida y justo en ese intante, cuando por fin la vida se me abrió de par en par y me dió un beso en la boca que jamás olvidaré, como un abanico multicolor el mundo se detuvo y se mostró ante mí y sólo para mí. (Orión?...¿). Para un paquete de tabaco y un par de litronas y aun me sobraron algunas monedas en el bolsillo. Por casa me agencié un Palacio y su jardín de Sirenas oliendo a arrayanes, rosas de pitiminí y su sol de mediodía, sólo perturbado por la discreta mirada del segurata Eulen que sin quitarme ojo no se atrevió a interrumpir mi subidón de felicidad esparcida y disfrutada en sus inmaculados escalones de mármol blanco. Horas más tarde, algún anciano bondadoso de la costelación celestial me dejó 20€ perfectamente dispuestos en una acera para mí. ¡¡Ostias¡¡¡ Pa flipar, pa llorar y hartarme de reir por no poder creerlo.

Seguí durmiendo de prestado en casas ajenas, sin nada que cenar pero lo mejor fue no tener la necesidad de comer,.... echarme la siesta a las 3 de la mañana... aprender con los cartoneros por Relator al Pumarejo hasta ver amanecer,... jamás en mi vida me había sentido tan bien conmigo, tan integrado, tan absolutamente tirado, tan bien adaptado con mis barbas de dos semanas, tan perro voluntariamente abandonado y callejero.... siendo un tipo feliz, un tipo de excesos, me gustan los excesos y me hacen bien.... Hago lo que quiero, como lo quiero y cuando lo quiero,... Actuándo por fin sin medir las consecuencias de mis actos... -Momentitos, horas y días de gloria-, sintiéndome un absoluto irresponsable por primera vez en mi vida, meándome en la vida que no lo era.

Ahora, una mijilla asustaillo pero mu aprendio, pienso que de momento no tengo intención alguna de quitarme mis botines azules. Por gustarme digo.