21/9/08

SEPTIEMBRE

Llegó y casi ya se fue septiembre y con él mi desbordamiento personal, laboral, vital, y pienso que siempre ha sido así.
Me piden más y debo, siento que debo entregar el doble, ellas me buscan, ellas me necesitan porque en ese momento yo soy Dios para ellas. Son las diez de la mañana de cualquier día de septiembre y la mesa uno tiene 67 personas en espera. La mesa dos sólo 21 pero muy bregosas. La mesa 3,.... los teléfonos hay que atenderlos, el padre, la madre, el perro y el espíritu santo pidiendo por su niño o niña bachiller.

Mis niñas en el trabajo me adoran como jefe, lo sé y me siento orgulloso, las acaricio y las manoseo en sus momentos de estrés, dicen que me van a denunciar por acoso, les pregunto bajito si han follado mucho con sus novios, ellas se ríen nerviosas pero cómplices, si me las encuentro por los pasillos atareadas o a toda velocidad les agarro las manos y las hago bailar al son de lo primero que se me ocurra vociferar y ellas enrojecen de vergüenza por hacerlo en público, les digo que me encuentro desbordado, se solidarizan conmigo y mi necesidad de drogarme, sé que soy un jefe diferente,... ellas lo saben también cuando miran mis ojos rojos, pero el ambiente que creo en mi entorno laboral me gusta necesito que sea así, cuando entran en mi despacho y me preguntan dos veces la misma duda, por desmemoriadas les saco mi fusta de montar que compré a propósito en el decatlón y que guardo detrás de mi mesa, por unos segundos todos nos olvidamos del problema y reímos a carcajadas, y me piden de corazón en esos momentos que la fustigue, y yo les pego, y más risas, y ellas se derriten, y yo por dentro estoy indignado pero disimulo la cantidad de cosas urgentes que tengo en la mesa, y ellas haciéndome perder el tiempo, o quizás no, quizás mis niñas me llenan mis mañanas de vida.


El martes mi jefa me llama al móvil completamente borracha, son las dos de la mañana y está en la avenida de la Constitución camino de su casa con una papa de gintonic biblica, esa misma mañana había tirado por la ventanilla de mi coche su tostada integral con aceite y tomate por culpa de una llamada telefónica que no nos dejó desayunar. Me dice que me ha echado de menos en la reunión, que si se corta la conversación es que se ha caído al rió Guadalquivir, en esos momentos va cruzando el puente camino de Los Remedios, así 45 minutos de conversación hasta que llega andando al portal de a su casa, divertida, ocurente, guapa, original... magnifica y maravillosa complicidad que he conseguido también por actuar, como pocas veces en mi vida, de manera inteligente y no meter/mezclar polla con corazón. (con una vez ya me bastó ¡virgen del carmen¡)



Los acontecimientos me desbordan pero el mundo sigue estando a mi favor, el niño que recarga las máquinas de refrescos y sandwich en la universidad me tira los tejos de una manera tan apabullante que me hace apagar mi cigarro a medias e irme a mi despacho, al rato él vuelve a aparecer y yo me pongo rojo como un adolescente, y pienso que los humanos igual que los perros debemos desprender algún olor que hace alertar a los demás de que necesitamos amor o sexo o sólo amor.

El jueves acabó la selectividad, organizo e invitamos a una copa a todo el mundo a las dos de la tarde,.... Son las seis y aún estamos celebrando que todo salió casi bien. Son las nueve y estoy de cubatas en el centro cuando caigo en la cuenta de que con tanta organización no he comido y soy incapaz de hablar de corrido, paro un taxi que me lleve a la Universidad, tengo allí mi bici.

Conversación:

Yo: Buenas noches, a la Universidad ...
Taxista: ¿Dónde?
Yo: a la Universidad ... (intentando vocalizar)
Taxista: Y eso donde está
Yo: ¿Cómo? (con tono chulo y un poco agresivo pensando que el nota me está vacilando)
Se lo explico y el tio sigue como sin enterarse y termino:
Yo: ¿Pero tú donde has estado metido, en un agujero?
Taxista: Es que el lunes salí de la cárcel.
..

Yo me quería morir.....

Hasta ese momento no me había fijado en el taxista. treinta y pocos, tatuajes hasta en las cejas, perilla canalla sólo en la barbilla, ojos minúsculos como diamantes, cara de niño muy malo, piel blanquísima, pelo rubio y cicatriz que lo partía en dos, ..... Terminé..... joder, joder, ..... terminé aceptando un café con cerveza, terminé encontrando un carril de vuelta inesperado con sólo 28 años, calzada que nos llevó a un bar de camioneros open 24h. Qué si me gustaba como sonaba el motor nuevo del taxi. Qué si sabía lo mala que eran las mujeres. Qué.... , que terminamos hilvanando nuestras vidas antagónicas por un instante, tan iguales al final.



Como trapillo descosido para que me usen cuando y como quieran, así me siento hoy. Sin voluntad


1 comentario:

Unos zarcillos pa mi luna : dijo...

joder, como me gustaría ser tu subordinada, otras veces tu ama, y otras tantas llevarte en mi taxi...cruzar la ciudad, y encontrarnos enmedio de cualquier barrio comprando m...que resulte que el camello te reconozca porque un día fue a reponer la máquina de refrescos a la universidad y reparó en ti, y nos invite a comer la tortilla de patatas que tiene en el tuper...y yo le de voz a la radio del coche y entonces suene "la tierra de los sueños" de la Dama se esconde, y bailemos y bailemos...

Un beso llenito de deseos.
TQ.
R.